Este admirable templo fue edificado en el año 1650, con una planta en forma de cruz latina, una cúpula sencilla y dos torres del más puro estilo neoclásico.
Es una verdadera joya arquitectónica de la región. En su interior, destaca la decoración con oro laminado de 10 a 14 quilates en algunos de sus detalles, así como retablos y pinturas de pasajes históricos de la vida religiosa. Allí se venera una imagen de la Virgen María con la advocación de Nuestra Señora de Tonatico, la cual fue esculpida en madera con incrustaciones de oro y colores por tres artistas de nacionalidad mexicana, italiana y española. Se dice que los ojos son de diseño alemán. Con todo esto, el templo se erige como uno de los más bellos del Estado de México.